Los buitres leonados de Zaframagón
La riqueza faunística de Cádiz, tiene un punto especial en la diversidad de aves que pueden observarse, siendo considerado Cádiz es uno de los lugares más interesantes de España al ser paso obligado en las rutas migratorias que unen Europa y África, lo que se une a su diversidad climática, geológica, orográfica y la influencia marítima propia de una zona costera.
Del avistamiento de aves se puede disfrutar de diversas maneras, pero, quizá una de las más divertidas, sea recorriendo la Vía Verde, que une los pueblos blancos de Coripe, El Coronil, Montellano, Olvera, Pruna y Puerto Serrano. En nuestro recorrido podremos contemplar águilas perdiceras, calzadas, reales, azores, gavilanes y la mayor colonia reproductora de buitres leonados de la provincia, que se encuentra en el Peñón de Zaframagón.
La Reserva Natural del Peñón de Zaframagón, fue declara como tal en 1989 protegiendo una formación rocosa situada en los términos municipales de Olvera (Cádiz) y Coripe (Sevilla). Se trata de un macizo de unos 584 metros de altitud. Destaca en la formación la garganta del Estrechón, recorrida por el cauce del Guadalporcún y situado dentro del recorrido de la Vía Verde de la Sierra, Se trata de la mayor colonia de buitres leonados de Andalucía, y una de las más importantes de España, con 200 parejas reproductoras censadas que sobreviven gracias a las vastas explotaciones ganaderas de estas comarcas.
El leonado es uno de los pocos buitres que se pueden encontrar en Europa, junto con el buitre negro, el alimoche y el quebrantahuesos. Asentándose casi exclusivamente en España, Portugal, Italia, los Balcanes y Crimea; y habiendo sido reintroducido recientemente en Francia. No está en peligro de extinción, pero sí está catalogado, en España, como especie De interés especial desde el 5 de abril de 1990.
Recibe su nombre del color moteado de sus plumas, que son de color ocre o canelo en la mayor parte del cuerpo, pudiendo llegar a pesar más de 10 kg y con una envergadura que supera los dos metros y medio. El pico ganchudo es pardo grisáceo en la base y amarillento pálido en los lados. Los tarsos y dedos son grises y grandes, aunque mucho más débiles que los de otras grandes rapazas, siendo las uñas cortas y romas. Esta circunstancia, a la que hay que añadir especialmente el gran peso y lentitud de estas aves, hace que sea prácticamente imposible que los buitres den caza o maten a otros animales, basando su alimentación en la carroña lo que provocado su práctica desaparición en zonas de alta densidad humana.
Sin lugar a dudas, un ave majestuosa que sobrevuela nuestros cielos recordándonos la importancia de la fauna y flora que podrás observar en la provincia de Cádiz.
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